El nuevo edificio, junto a los dos ya existentes –la actual sede de la Delegación de Hacienda y la del Ministerio de Trabajo– forma un conjunto destinado a concentrar los servicios de la Administración General del Estado en Cádiz. El carácter representativo y público de este conjunto exige otorgar una cierta dignidad al espacio libre entre los edificios, sobre todo a la amplia plaza peatonal ante la nueva edificación, a partir de su privilegiada situación frente a la Puerta de Tierra, elemento inevitable de referencia.

El nuevo edificio se abre expresivamente hacia este espacio, y el acceso, en lenta ascensión, está dotado de una moderada solemnidad. Un reloj de grandes dimensiones sobre una de las fachadas laterales, contribuirá significativamente al mismo propósito. Se han previsto otros dos accesos, uno para los servicios de extranjería desde la calle Acacias y otro aún más secundario rematando el soportal de los edificios de la Avenida de Andalucía.

Se ha moldeado el volumen del edificio en atención a su exigente posición urbana, no sólo abriéndolo hacia la Puerta de Tierra como ya ha sido explicado. La silueta escalonada actúa como inicio o remate de la edificación de la Avenida de Andalucía, prestando atención además a situaciones de detalle como el rectángulo de los áticos o el remate del soportal de planta baja.

Lo mismo puede afirmarse en la zona de la calle Acacias, donde bajan las alturas para acoplarse con precisión al edificio actualmente en uso que, con pequeñas intervenciones, podría integrarse funcionalmente con la nueva edificación.

La condición principal de un edificio administrativo ha de ser su eficacia. Pasado el acceso y sus correspondientes controles de seguridad, el edificio se desarrolla en torno a un patio arbolado que será responsable, en buena medida, de asegurar el confort de los ocupantes del edificio. En torno a este patio se desarrollan los espacios de trabajo, con profundidades de crujía moderadas que permitirán tanto su utilización como zonas de trabajo abiertas –sobre todo hacia el patio interior– como la subdivisión en despachos de diversas superficies hacia la fachada exterior.

Esta flexibilidad ya ha sido puesta a prueba al introducir satisfactoriamente en el edificio el programa solicitado. La Subdelegación del Gobierno y la Delegación de Hacienda -los Organismos con programas más amplios- ocupan los dos cuerpos edificatorios que enmarcan el acceso mientras otros servicios se desarrollan en las zonas que giran en torno al patio.

Al dividir el número de puestos de trabajo por la totalidad de la superficie construida se obtiene una ratio muy satisfactoria de 20 m²/persona.